


Máquina Deportiva
El medallista de Lucha de aficionados, “Chihuahuita” de nacimiento, enamorado de Ciudad Juárez y aficionado a la Fiesta Brava recuerda entre muchos años, cómo le movieron el tapete y agarró al toro por los cuernos para dediccarse a enseñar Lucha Olímpica a los jóvenes.
Sergio Arturo Duarte Méndez
“Entonces, usted no quiere a su pueblo”, el cuestionamiento resultó mucho más que una frase desafiante, retadora y llegadora para un joven llamado Rodrigo Mitre Trevizo, medallista de bronce en el Campeonato Nacional de Lucha de Aficionados, en 1983, en la Ciudad de México.
Con certero dardo, el señalamiento hecho por el promotor deportivo amateur Lorenzo Samaniego se clavó en el pecho de Mitre Trevizo, penetró en su corazón, caló muy hondo y le movió las fibras más sensibles de su ser.
El encuentro entre ambos personajes se produjo décadas atrás, en el entonces Gimnasio AJEM (Asociación de Jóvenes Esperanza de México), patrocinado por la Masonería del Rito Nacional Mexicano, ubicado en el centro de la ciudad, en aquel tiempo, en plena ‘zona roja’.
‘Chihuahuita’ por nacimiento, donde vio la luz por primera vez el 7 de abril de 1962, enamorado de Juárez dada su bondad y la de su gente, Mitre, masón Grado 33, aficionado a la ‘fiesta brava’ y admirador del célebre cómico mexicano Mario Moreno ‘Cantinflas’, acudió un día al recién abierto AJEM.
“Llegué al gimnasio y vi un letrero que decía lucha olímpica. Me asomé y cuando voy saliendo me pregunta uno de mis maestros: ‘¿qué le pareció?’”, recordó.
Así, sin filtro alguno, como él es, Rodrigo, quien en el interior del referido inmueble vio a unos luchadores profesionales enmascarados respondió tajantemente: “me parece todo, menos lucha olímpica”.
Samaniego Flores replicó, cuestionó la respuesta e inclusive se mostró incrédulo cuando su interlocutor le comentó que había practicado esta disciplina -lucha olímpica-.
Ante ello, Mitre, quien usa una cola de caballo y lentes graduados que ‘esconden’ sus ‘achinados’ ojos, le mostró los recortes de periódico y las fotos que su mamá coleccionó cuando obtuvo el referido bronce en la justa nacional.
“Entonces él me conminó a que abriera un espacio para los niños y jóvenes que quisieran aprender lucha olímpica de verdad, en serio”, relató.
Inmerso por 33 años en la industria químico farmacéutica, en la cual, se desempeñó como representante médico y gerente de zona, entre otros cargos, le explicó a Samaniego que no tenía tiempo debido a que sus jornadas de trabajo iniciaban muy temprano por la mañana y terminaban tarde, por la noche.
Samaniego arremetió y con la citada afirmación acorraló al ex integrante de las fuerzas básicas del Atlante y ex jardinero central en el ‘rey de los deportes’, lo metió en un callejón sin salida, le hizo pensar, reflexionar, cambiar de opinión y lo motivó a ‘entrarle al toro’.
“Me hizo algo que ahora sí como dicen, me ‘movió el tapete’. Me dijo: ‘usted no quiere a su pueblo’ y eso me pudo, me dolió, me movió el alma”, confesó.
Fue así que, a partir de 1996, en el Gimnasio AJEM, en un espacio contiguo al de boxeadores y levantadores de pesas, el ‘profe’ Mitre inició, con su hijo mayor Fabián, como primer alumno el camino de la enseñanza de los secretos de la lucha olímpica sin cobrar siquiera un cinco partido por la mitad, como nunca lo hizo.
La loable tarea de guiar a jóvenes y señoritas por el camino del deporte y de forjar ciudadanos de bien, alejados de las drogas y el alcohol, guiado por el principio del poeta romano Juvenal ‘mente sana en cuerpo sano’, comenzó irónicamente en un lugar rodeado de burdeles y cantinas.
Ello no representó obstáculo alguno para el pionero de la lucha olímpica en esta frontera, voraz adepto a la lectura -al menos treinta minutos diarios-, escritor de poesía y cuento, mimo y practicante de la filosofía estoica griega durante más de 25 años.
“Como dice el dicho: ‘las aves blancas no manchan su plumaje estando en el pantano’”, puntualizó.
Expresó que nunca tuvo resquemor que sus hijos Fabián y Erik entrenarán ahí, al igual que lo hizo Jorge Calvillo y destacó que con el tiempo, el AJEM resultó una fábrica de monarcas.
“De ahí salieron campeones, medallistas de plata, de oro, en Olimpiadas Nacionales, en clasificatorios para Selección Nacional, tuve preseleccionados nacionales”, resaltó.
En la lista de pupilos destacados de Rodrigo, administrador de Empresas egresado de la UNAM, con cinco semestres cursados de Ingeniería Civil en la UACH, en Chihuahua, -donde se enganchó con la lucha olímpica bajo la guía del sensei Ricardo Ceniceros López- figuran nombres como los de Édgar Guzmán, Manuel Alcalá, David Medrano, campeón nacional de Primera Fuerza en Lucha Grecorromana, quien después se convirtió en ‘El Muñeco’ Medrano.
“Son buenos muchachos que esa era la intención. Son buenos ciudadanos a pesar que estuvimos ahí algún tiempo. No era lo idóneo -el AJEM-, pero como dice el dicho: ‘a falta de pan, tortillas’, el chiste era empezar la lucha”, manifestó.
Atraído por la milicia desde niño, Mitre, quien se autodefine como un militar frustrado dado que no pudo cristalizar su deseo de ingresar al Heroico Colegio Militar debido a una condición médica que padece, aportó, además de conocimiento, material que adquirió con su propia bolsa en pro de sus alumnos.
Decidido impulsor de la lucha, al tiempo que se movió al Parque Central y después al gimnasio municipal Ignacio Allende, sumó más jóvenes a su equipo como los hermanos Víctor y Pablo Sánchez, Óscar y el referido Édgar Guzmán.
Igualmente atletas con ADN luchístico profesional como Jorge, Carlos y Luis Calvillo al igual que el paseño Richard Arriaga, dos veces monarca nacional y hermano de una figura del pancracio en los Estados Unidos.
En la rama femenil Paulette Sandoval -hoy titular de la Liga Municipal de Luchas Asociadas-, Aracely Hernández y Claudia Silem se unieron igualmente al equipo.
De ellos, Víctor es entrenador de este deporte y tiene su equipo de luchadores, resaltó.
“Se sembró la semilla y el árbol está creciendo. Espero que muy pronto dé frutos y el fruto contiene la semilla para seguir creciendo eternamente”, externó.
También, a fines de la década de los 90, organizó un Campeonato Nacional de Luchas Asociadas en el gimnasio del ITCJ al que vino la crema y nata de esta disciplina, tanto competidores como coaches.
Sabedor del cariño que sus ex alumnos sienten por él y en reciprocidad, él por ellos, entre limonadas minerales, en un restaurante bar de la ciudad, Mitre abrió el baúl de los recuerdos y compartió dos vivencias que aún le emocionan y lo hacen llorar.
Una de ellas, el agradecimiento que una madre de familia le dio en el funeral de su hijo -quien falleció en un accidente de tránsito- por haberlo sacado de las drogas gracias a las luchas asociadas y permitirle irse ‘limpio’ de este mundo.
Otra más, el momento en que leyó una nota en un diario local en la cual, uno de sus pupilos le daba todo el crédito por el fuerte ‘jalón de orejas’ que le dio para que no perdiera el año escolar en la secundaria y, a la vez, entrenara.
Tras más de 20 años de labor con jóvenes juarenses, Mitre Trevizo, quien entre sus ex alumnos cuenta con licenciados en entrenamiento deportivo, abogados y administradores de empresas, se dijo contento, más no satisfecho con la tarea cumplida.
“Siempre tomo la posición de Natalia Lafourcade, nunca es suficiente para mí. Me hubiera gustado hacer más, poder haber hecho más, haber tenido muchos más alumnos pero lo importante era que los muchachos fueran buenos ciudadanos y productivos y lo son y me siento orgulloso de eso. Satisfecho pues no, no soy de los que se conforman con poco, para mí creo que se pudo haber hecho más y pude haber hecho más”, expuso.
Dentro de los proyectos que tiene en mente, comentó que aunque aún siente la cosquillita de seguir en las luchas asociadas, comentó que existe el interés por conocer a fondo y fomentar en el estado los deportes autóctonos, concretamente los que practica la etnia rarámuri.
“La realidad, sí le queda a uno la cosquillita de continuar con la lucha. A pesar de la edad, todavía tengo la fuerza necesaria para dirigir a algún equipo, ya en la parte administrativa no. Me agoté mentalmente de estar batallando porque el primer enemigo son las instituciones que deberían apoyar al deporte, en el estado y en la ciudad”, señaló.
JUEGOS ESTATALES CONADE LLEVAN SU NOMBRE
Hoy, a las 10:00 horas, en el Gimnasio Adaptado ‘Lic. Benito Juárez’, la Liga Municipal y la Asociación Estatal de Luchas Asociadas a cargo de Paulette Sandoval y Édgar Orozco, realizarán un merecido homenaje a la trayectoria de Rodrigo Mitre Trevizo, pionero de este deporte en la ciudad.
Los Juegos Estatales CONADE de Luchas Asociadas con sede en el citado inmueble llevan su nombre como reconocimiento a su destacada trayectoria en el desarrollo y promoción de esta disciplina.
LOS SUPLEX DEL SENSEI
“Significa mucho porque es un reconocimiento a mi trabajo, a mi labor durante más de veinte años promoviendo el deporte de la lucha olímpica, su nueva denominación que es Luchas Asociadas”.
“Es de gran significación porque el reconocimiento que se me hace es por parte de quienes dirigen ahora la lucha en el estado -Édgar Orozco’ y en la ciudad -Paulette Sandoval- que los conozco desde niños, a todos”.
“Me congratula porque sé que el esfuerzo que hice no es vano. Me congratula que se acuerden de uno”.
Fotos: cortesía Rodrigo Mitre