Por Horacio Nájera
César “El Chino” Huerta, Rodrigo Huescas y Luis Chávez hicieron lo correcto al emigrar como lo hicieron al futbol europeo.
Sin la fanfarria mediática, sin el escándalo patriotero y sin la estridencia deportiva que muchas veces acompaña el fichaje en el extranjero de un mexicano, Huerta, Huescas y Chávez se arriesgaron a dejar la comodidad del sueldo y la fama que gozan de vivir en la burbuja del futbolista profesional en primera división.
Los tres se fueron a ligas discretas, modestas; lejos de los reflectores que iluminan tanto como deslumbran. Su migración ha sido más gradual. De la inconsistente liga MX a los torneos en Rusia, Dinamarca y Bélgica.
En esa aparente debilidad es donde los tres mexicanos, si son inteligentes con sus carreras como parece han sido hasta ahora, es donde pueden encontrar fortaleza que los potencie como deportistas de alto rendimiento.
Es cierto que el nivel de las ligas a las que emigraron Huerta, Huescas y Chávez está muy por debajo de España, Inglaterra o Alemania. Quizá los tres entendieron que no era su momento para buscar esos mercados y que el proceso de migración es complejo y desgastante emocionalmente, por lo que llegar a países con sociedades generosas y ricas en cultura deberían de facilitar el asentamiento y la transformación emocional de los deportistas.
De los tres, Chávez es del que podría suponerse tener más desafíos de proyección deportiva debido a la situación geopolítica de Rusia que mantiene al país en tensión y a sus clubes relegados de los grandes torneos continentales; sin embargo, la histórica cultura de resiliencia y empuje de los rusos puede influenciar positivamente al exjugador del Pachuca. Huescas y Huerta llegaron a países con un gran capital social en donde pueden ensanchar su mentalidad y pulir su técnica individual.
En su presentación, César Huerta dijo en su presentación que seguramente extrañará la comida mexicana. A diferencia de su colega de profesión José Efrén “El Jamaicón” Villegas Tavares, quien pasó a la historia por su añoranza de frijoles, tortillas y chiles mientras jugaba el mundial en Europa, tanto el “chino” como Huescas y Chávez viven en un mundo globalizado en el que, y lo digo por experiencia propia, es relativamente fácil encontrar tacos al pastor o recibir un paquete con salsa Valentina, Tajín y mole en Vienna, Amsterdam o Frankfurt.
De Rebote
Tigres femenil sigue con un incierto y muy pocas veces visto arranque de temporada, cayendo de nuevo en casa, esta vez ante el Atlas, dirigido por Roberto Medina, quien le dio su “bienvenida” al nuevo estratega de las amazonas con una gran estrategia que no solo cortó los circuitos de las felinas, también exhibió la rigidez operativa de las universitarias.
Es cierto que las amazonas siguen incompletas por lesiones de titulares y refuerzos, pero también es cierto que el equipo sigue sin demostrar la contundencia, picardía y solidez de torneos anteriores.
Para mala fortuna de las felinas, este año calendario viene complejo con torneos internacionales y al menos tres equipos de la liga empujando fuerte por la cima. La presión aumenta y las soluciones urgen.