Sicarios buscaban a un vendedor de sushi, a quien dispararon, pero una de las balas también impactó en el pequeño que se encontraba en su sillita dentro del auto de sus padres.
Este fin de semana un bebé de escasos 23 días de nacido fue alcanzado por la bala de un sicario en Hermosillo, Sonora, a pesar de ser trasladado al hospital de inmediato, el pequeño falleció horas más tarde.
La madre del pequeño, Karina, escribió un desgarrador mensaje de dolor e indignación: “Te pido perdón, mi cielo, por traerte a un mundo tan mierda. Tú no merecías esto, me dejas un gran dolor en el alma; no sé que haré sin ti, mi pequeñito, Mi Siquito».
Jesús Humberto nació el 1 de febrero pasado, pero el 23 de febrero fue herido de muerte mientras se encontraba al interior del automóvil familiar, a un costado de una carreta de sushi, en la colonia El Ranchito, ubicada al oriente de la ciudad.
Un informe de la fiscalía detalla que, al menos una tercia de gatilleros, descendieron de un par de automóviles para ultimar a Elit Gustavo, de 23 años de edad.
Los agresores no lograron acabar con su objetivo en el primer intento. Elit se les escapó y fue a recargarse en la parte posterior de un vehículo Chevrolet, línea Spark, de color rojo, justo donde descansaba el bebé Jesús Humberto.
Una de las balas disparadas para asesinar a Elit Gustavo se impactó en la cabeza del pequeño, quien fue trasladado de emergencia al Hospital Infantil del Estado de Sonora (HIES), donde perdió la vida cuatro horas después de luchar por su vida.
El portal sonorense Central Informativa TV recogió la experiencia de Enrique, quien atestiguó el ataque desde su puesto como despachador en la carreta de sushi.
Según la línea de sucesos de Enrique, un hombre que llegó corriendo a la carreta, ya lo esperaban los sicarios para ultimarlo.
Tras el asesinato, los atacantes arremetieron contra él y su familia. Primero, tiraron al piso a Enrique, quien durante el día estudia Ingeniería Industrial, y luego sometieron al resto.
“Tengo la carreta aquí afuera y adentro la freidora, estaba friendo unos rollos y cuando volteé ya tenía a los dos con la pistola. En el piso me apuntaron para matarme, me patearon, me tiraron un cachazo y el otro (de los atacantes) alcancé a mirar que tiró dos balazos para adentro y yo, pues pensé que ya me había matado y esperaba que no le hicieran daño a alguien más”, describió.
Lo llevaron al Hospital Infantil pero tras cuatro horas de intentar aferrarse a la vida, murió. Apenas unas horas antes su abuela Tere publicaba en su muro de Facebook el temor de vivir en un país lleno de violencia, jamás imaginó que esa noche les tocaría a ellos vivir una pesadilla como ésta. Un bebé muy esperado por la familia.
“Entre ellos que se hagan lo que quieran, entre los mafiosos, sicarios, no sé que son, pero un bebé de tres semanas de nacido, estar en el lugar equivocado, en el momento equivocado. Ya no podemos estar seguros, ya tengo miedo, no quiero vivir aquí”, dijo por su parte la abuela del pequeño.
“Anda devastado mi bebé, anda devastado mi hijo por su bebé porque batalló mucho para nacer, mucho batalló para nacer, así que nos los quitaron, de muy fea manera vinieron a destrozarnos la vida”, señaló en entrevista la abuela del bebé.
Tere quien además se lamenta pues está hospitalizada no puede acompañar a su hijo en este difícil momento afirma que es un momento por demás doloroso para toda su familia quienes solo buscaban cenar tranquilamente pues hasta dos veces por semana iban comprar a ese lugar cerca de su domicilio.
“Ojalá que nunca puedan dormir en paz”
La madre del pequeño también envió un mensaje para el agresor: “Ustedes háganse mierda, pero dejen a la gente inocente vivir en paz. (…) Ojalá que ¡nunca! puedan dormir en paz, nos quitaste un pedazo de corazón”.
La noche del domingo, alrededor de las 23:00 horas, Karina y su esposo Francisco acudieron a una carreta de venta de sushi, ubicada en calle Presa del Fuerte y bulevar Luis Encinas de la colonia Ranchito.
Mientras se encontraban esperando su orden, cuatro sujetos armados llegaron al lugar y atacaron al dueño del negocio, dejándolo sin vida.
Los agresores amenazaron a todos los presentes y antes de huir dispararon a la parte trasera de un auto Spark, donde su bebé se encontraba en el interior sentado en su silla de transportar.