Casi diez años después de su primera edición, la UNESCO ha actualizado íntegramente y reeditado el manual Orientaciones técnicas internacionales sobre educación en sexualidad. Este texto, publicado hoy, promueve la educación sexual integral de calidad para fomentar la salud y el bienestar, el respeto de los derechos humanos y la igualdad de género, y empodera a niños y jóvenes para que lleven una vida sana, segura y productiva.
“Las Orientaciones técnicas internacionales sobre educación en sexualidad, redactadas a partir de los datos científicos más recientes, ratifican la posición que ocupa la educación sexual en el marco de los derechos humanos y la igualdad de género”, declaró la Directora General de la UNESCO, Audrey Azoulay. “El manual promueve el aprendizaje estructurado de la sexualidad y las relaciones de una manera positiva y centrada en interés superior del joven. Al destacar los componentes esenciales de programas de educación sexual que han resultado ser eficaces, las Orientaciones posibilitan a las autoridades nacionales la elaboración de programas escolares que tendrán efectos positivos en la salud y el bienestar de los jóvenes”, añadió.
Las Orientaciones técnicas tienen por objeto ayudar a los legisladores de todos los países a diseñar planes de estudio precisos y adaptados a los alumnos de 5 a 18 años de edad.
Partiendo del análisis del estado actual de la educación sexual en el mundo, las Orientaciones se apoyan en las mejores prácticas aplicadas en distintas regiones y demuestran, por ejemplo, que la educación sexual:
- ayuda a que los jóvenes alcancen una actitud y un comportamiento más responsable en materia de salud sexual y reproductiva
- es esencial para combatir el abandono escolar de las niñas y adolescentes debido a los matrimonios forzosos o precoces, los embarazos adolescentes u otros motivos relacionados con la sexualidad y la salud reproductiva
- es necesaria, dado que en algunas partes del mundo dos de cada tres niñas revelaron no saber qué les estaba ocurriendo cuando empezaron a menstruar y los embarazos y las complicaciones del parto son la segunda causa de muerte entre las menores de entre 15 y 19 años
- la educación sexual, dentro o fuera de la escuela, no aumenta la actividad sexual, ni los comportamientos sexuales considerados de riesgo ni el número de contagios de enfermedades de transmisión sexual, como el sida. Además, el informe prueba que los programas de abstinencia total no evitan la precocidad sexual entre los jóvenes y tampoco reducen la frecuencia de las relaciones sexuales ni el número de parejas.
La publicación identifica la existencia de una necesidad urgente de educación sexual de calidad, para:
- informar y orientar a los jóvenes respecto a la transición de la infancia a la edad adulta y los cambios físicos, sociales y emocionales que esta conlleva
- afrontar el reto que representan para la salud los temas sexuales y reproductivos, aspectos que son especialmente complicados durante la pubertad. Entre esos retos figuran la violencia de género, el embarazo precoz, la anticoncepción, las enfermedades de transmisión sexual, el VIH y el SIDA
- informar a los jóvenes sobre la prevención y la transmisión del VIH, ya que, a nivel mundial, sólo 34% de ellos tienen conocimientos precisos al respecto
- complementar y contrarrestar el gran número de material de diversa calidad al que tienen acceso los jóvenes en Internet y les ayuda a combatir los casos cada vez más frecuentes de acoso cibernético
El manual se elaboró en colaboración con el ONUSIDA, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA por sus siglas en inglés), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), ONU Mujeres y la Organización Mundial de la Salud (OMS).