Por Javier Kuramura
Hace 51 años (el 25 de febrero de 1964) Estados Unidos devolvió a México, de manera simbólica, El Chamizal y la Isla de Córdova que por un desvío del Río Bravo entre 1864 y 1867 pasaron a formar parte de territorio estadounidense.
Un poco de historia
Cuando terminó la intervención norteamericana en México, el Tratado Guadalupe-Hidalgo fue el acuerdo en 1848 para establecer la frontera internacional entre México y la Unión Americana y se determinó que el río Bravo sería la frontera de Chihuahua a Tamaulipas, independientemente de cualquier alteración en los canales o los bancos de arena.
En 1864, a consecuencia de una crecida del río Bravo, parte de territorio nacional quedó del lado norteamericano, debido a que el río se desplazó hacia el sur después de una inundación.
Cuando Benito Juárez llegó a Paso del Norte en 1866, él inició un litigio para reclamar el territorio sin resultado alguno y el Bravo seguía devorando tierras mexicanas. En 1867 había avanzado hacia el sur unos 2.4 kilómetros afectando las zonas conocidas como El Chamizal y la Isla de Córdova.
El Derecho Internacional sostenía que las alteraciones tenían que resultar gradualmente por causas naturales y esta disposición seguía la doctrina de que cuando un cambio en el curso de un río fronterizo es causado por depósitos de aluvión, la frontera cambia con el río, pero si los cambios son debidos a una pérdida, el antiguo cauce sigue siendo la frontera.
En la etapa final del Porfiriato, en 1910, México y Estados Unidos acuerdan resolver el conflicto en un tribunal para investigar y deliberar si el cambio en el río fue gradual, si las fronteras establecidas por los tratados eran fijos y si el tratado de 1884 aplicaba.
México argumentó que la frontera nunca había cambiado y por lo tanto El Chamizal era técnicamente territorio mexicano, mientras que la opinión contraria indicó que la frontera era el resultado de erosión gradual, y la propiedad por lo tanto les pertenecía.
En 1911 se decide un fallo a favor de México, sin que el país vecino respetara; el manifiesto concedió a México las 177 hectáreas que comprenden El Chamizal y la Isla de Córdova.
Durante la visita del presidente John F. Kennedy a México, el 29 de junio de 1962, se reanudó la mesa de negociaciones con el presidente Adolfo López Mateos para finiquitar el conflicto.
La disputa terminó formalmente el 14 de enero de 1963 cuando Estados Unidos y México ratificaron un tratado que siguió las recomendaciones del arbitraje de 1911. El acuerdo concedió a México 1.5 km cuadrados del área del Chamizal y 28 hectáreas al este de la adyacente Isla de Córdoba.
En este acuerdo Estados Unidos recibió una compensación por parte del Banco Nacional Hipotecario, Urbano y de Obras Públicas, por 382 inmuebles incluidos en la transferencia y también 78 hectáreas de la Isla de Córdova de México. Ambos países acordaron compartir equitativamente el costo de construir un borde artificial para el río.
El 29 de agosto de 1963, Thomas C. Mann embajador en México, y Manuel Tello Baurraud, Secretario de Relaciones Exteriores de México, firman el Tratado de El Chamizal en la Ciudad de México.
Y hace 51 años, el 25 de febrero de 1964 en Ciudad Juárez, se reúnen Adolfo López Mateos y Lyndon B. Johnson para inaugurar el monumento que conmemora la solución al viejo problema de «El Chamizal”.
La devolución física ocurrió en octubre de 1967, cuando Lyndon B. Johnson se reunió con Gustavo Díaz Ordaz en la frontera para formalizar la entrega.
¿Qué es un Chamizal?
El Chamizal es un terreno donde crecen plantas de chamizo. Los chamizos son arbustos de forraje. Cuando se secan el viento los arrastra sobre los parajes desérticos y van rodando sobre la tierra. Cuando se viaja en carretera a los chamizos secos que van rodando se les conoce como “brujas”.
Fuente: «Conoce», sitio de Facebok
