Por H.C. Esquivel
In Hostem Omnia licita
(Contra el enemigo todo es válido)
Pese al riesgo de un conflicto nuclear del cual no habrá ganador, Estados Unidos y Europa parecen llevar a los 32 países que conforman la OTAN a un choque frontal con Rusia.
Aunque para cualquier ciudadano normal le parecería ilógico que se busque choque bélico que se evitó durante 78 años desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, (en Rusia llamada La Gran Guerra Patria), las dos principales potencias atómicas del planeta llevan hasta ahora un curso de colisión.
Cegados por el belicismo y por el miedo, los discursos con la palabra “guerra”, «Rusia» y «OTAN», suenan desde la Casa Blanca, el Congreso de Estados Unidos hasta el Kremlin, pasando por Francia, Alemania, Polonia y Lituania.
Desde mediados de junio de 2022, poco después de iniciada la llamada “contraofensiva ucraniana” que partiría las defensas rusas y recuperaría los territorios del Dombás y de Crimea, los militares de la OTAN y los ejércitos del mundo que observan el conflicto, supieron que el plan había fracasado.
Los meses siguientes consistieron en una guerra de trincheras como no se veía desde la Primera Guerra Mundial, que consumió equipo bélico y vidas humanas, principalmente para el Ejército atacante.
Un ejemplo del desgaste ucraniano se dio en noviembre de 2022, cuando el mando militar ucraniano, Valeri Saluzhni, pidió al Presidente Zelenski, aprobar un llamado para convocar, incluso por la fuerza, a 500 mil ciudadanos como remplazo de los militares perdidos por muerte o heridas.
A mediados de enero, cuando los mandos militares observaron que el ejército ucraniano no podría defender más ciudad fortificada de Advivka, su principal escudo defensivo, el periódico aleman Bild publicó documentos del Ejército Alemán que en principio, eran un plan de acción ante un eventual ataque Ruso.
Por norma, en los edificios gubernamentales existen planes de acción o evacuación en caso de incendio o sismo, incluso se hacen simulacros. El documento alemán era eso, un plan ante una de las posibles amenazas que podría enfrentar la Bundeswehr.
Sin embargo, esa noticia fue la mecha de inicio, todos los medios europeos lanzaron la advertencia de que Rusia invadirá Europa luego de pasar por encima de Ucrania.
Los mismos medios que al inicio de la guerra decían que el Ejército Ruso era un grupo de borrachos miedosos que para fabricar su equipo militar debían usar las partes electrónicas de lavadoras, medios que todavía meses antes aseguraban el triunfo ucraniano, ahora obviaban la “derrota ucraniana” y pintaban un poderoso ejército ruso que amenaza con tomar toda Europa.
Hagamos una pausa. Distintos mandos militares, incluido el Coronel estadounidense Douglas McGregor, asesor militar en la Presidencia de Trump, consideran que Putin no tiene motivos para atacar a un solo país de la OTAN, por pequeño que sea, porque sabe que, en una guerra convencional (tanques, aviones, bombas, tropas y fusiles), su ejército terminaría derrotado ante las fuerzas conjuntas de Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania, 28 países más, y Francia, que después de Rusia tiene el ejército más poderoso de Europa.
Ahora una pregunta, ¿Es tranquilizador que la OTAN pueda vencer a Rusia en una guerra convencional?
Considero que es todo lo contrario, la doctrina nuclear de la Federación Rusa, principal potencia atómica del orbe, es que no iniciará un ataque nuclear, pero lo responderá si es atacada o si ve la integridad de su país en riesgo.
Ante la “amenaza rusa” que difundían los medios, Jens Stoltenberg, Secretario General de la OTAN, anunció un incremento en el gasto militar de todos los países de la alianza y la Comisión Europea, (en esencia una unión económica y social), aunció la reactivación de la industria militar europea que planea tener municiones y equipos para 2025.
Hace menos de una semana, el medio ruso RT, censurado en la Unión Europea, publicó una conversación de media hora, donde militares alemanes planeaban un ataque con varios de sus misiles Taurus sobre el Puente de Kerch, una infraestructura civil, que une a Crimea con Rusia continental.
En la conversación, los militares señalaban que para ello debían trasladarse a territorio ucraniano para manejar los equipos, como lo hacen ya desde el inicio de la guerra militares británicos y estadounidenses que manejan los sistemas de misiles, de defensa aérea y otros equipos especalizados.
Mientras tanto, los países OTAN realizan junto a las fronteras con Rusia, el “Steadfast Defender”, los ejercicios militares más grandes desde la Guerra Fría, con la participación de unas 300 mil tropas y que tiene como objetivo, prepararse para un enfrentamiento con Rusia.
Echando gasolina al fuego, el Secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin dijo ante el Congreso que, si Rusia gana la guerra a Ucrania, la OTAN deberá entrar a la guerra.
En su discurso ante el Congreso este 7 de marzo, el Presidente Biden se comparó con Franklin Delano Roosevelt, cuando en enero de 1941 habló ante el Congreso para llevar a Estados Unidos a la Segunda Guerra Mundial.
En aquel momento Japón había invadido China, Italia tomó Etiopía, y la Alemania Nazi había tomado Austria, Polonia, Dinamarca, Noruega, Bélgica, Holanda y Francia.
“Ahora Putin avanza, invade Ucrania sembrando el caos en Europa y más allá”, dijo Biden, “si ustedes creen que Putin se detendrá en Ucrania, no es así”.
En materia de guerra, la elección estadounidense parece perfilarse entre un Biden que va por la guerra total y un Trump que promete frenar al menos el conflicto en Ucrania, sin embargo, Europa va en rumbo de guerra.
Hace unos días la portada del periódico El País, considerado la voz de la OTAN en España, encabezaba su portada con “Europa se prepara ya para ir a la guerra”.
El Presidente de Francia, Emmanuel Macrón, quien ha señalado que varios presidentes europeos “no descartan” el envío de tropas OTAN a Ucrania, se reunió recientemente con los representantes de los partidos franceses, ante quienes dijo que no existen ya más líneas rojas ni límites en el apoyo a Ucrania porque Rusia no debe ganar esta guerra.
Dimitri Medvedev, ex Presidente de Rusia y actual Secretario General del Consejo General de Seguridad de la Federación Rusa, respondió a Macrón que, de ser así, Rusia no tendrá más líneas rojas con Francia y le soltó la frase en latín.
In hostem omnia licita.