David Vásquez Soto
Mirando torear a Silverio
me ha salido de muy dentro
lo gitano de un cantar
Agustín Lara
-Oleeeee…!!!!
-Oleeeee…!!!!
Se aceleraba el pulso y se agitaban los corazones, aquella soleada y agradable tarde de los años 70, en la improvisada plaza, en una esquina por el rumbo de la tienda de Doña Chía Carrasco.
Momentos antes, cual si fuera la Plaza de Toros México, cerca de la avenida Insurgentes, en la mera capital de la República, o en la famosa Alejandra de la Ciudad de Durango, pegadita al legendario Cerro del Mercado, los novilleros partían plaza, con sus elegantes trajes de luces de brillantes colores, con la capa enredada en el tórax y un brazo en el pecho, y con el otro saludando con su montera en la mano, al son de las alegres notas del zopilote mojado y Silverio Pérez que interpretaban con mucho afán una banda de viento, traída ex profeso para tan importante acontecimiento.
…Silverio, torero estrella
…El príncipe milagro…
…de la fiesta más bella…
…Carmelo que está en el cielo…
…se asoma a verte torear…
La gente acomodada en las improvisadas gradas, de vigas circulares de madera, atadas fuertemente de sus extremos con las sogas que se usan para el ganado, no perdía detalle mientras degustaba cacahuates, quiote, semillas de calabaza, paletas de dulce y demás golosinas acompañadas de su bebida favorita, que los vendedores llevaban por todo el local, no podían creer que estaban presenciando una real corrida de Toros en el mero Nicolás Bravo.
La fiesta de luces en su esplendor, con los llamativos trajes de los Toreros, los caballos de los rejoneadores y la música atrás del ruedo, hacían un momento mágico, poco visto en ése lugar de casas de adobe y calles de tierra.
Los asustados animales, entraban al ruedo, sorprendidos por la algarabía de la gente y arremetían contra el torero que los esperaba al centro, a veces de rodillas desplegando su capa…la gente guardaba los gritos en la garganta, cuando el animal agachado, con los afilados cuernos por delante, tomando impulso, empujaba todo su peso contra el desafiante muchacho que portaba una rara vestimenta y lo tentaba con una capa roja, sostenida con filosa espada.
…Los romeros de los montes le besan la frente…
…Las estrellas y luceros lo bañan de plata…
…Y el torito que es bravío y de casta valiente…
…Abanicos de colores parecen sus patas…
El momento más álgido llegaba cuando el torero dejaba la capa en unas de las improvisadas barreras, y tomaba un par de banderilla, segmentos de madera que en la punta tenían un afilado clavo de varias pulgadas de longitud, y que a saltos llamaba la atención del maltratado animal para con destreza, clavarlas en su lomo, eludiendo hábilmente los afilados cuernos, mientras la tribuna casi se caía de tantos aplausos y gritos de sorpresa.
…Monarca del trincherazo…
…torero, torerazo, azteca y español…
…Silverio cuando toreas no cambio por un trono…
…mi barrera de sol…
Desde días anteriores habían escuchado la campaña publicitaria en la XEDU, en el programa Ecos Norteños, aquel del Tío Genovevo y sus sobrinos que anunciaba “Mueblerilla” la Escondida, con un pesito de enganche…
-Gran corrida de Toros en Nicolás Bravo, se lidiaran toros de Mimihuapan, con un cartel de lujo encabezado por el joven novillero Joselillo Astraín…
-Salud amigos de norte, a continuación escucharemos a Mundo Miranda con su éxito El Cisne…!!!
En ésos tiempos se escuchaban nombres de reconocidos toreros, como Manolo Martínez, Eloy Cavazos, Curro Rivera, Miguel Espinoza “Armillita”, entre otros, pero solo se presentaban en las grandes ciudades.
Después de muchas emociones, los toreros se despedían, con sus trajes ajetreados por la corrida, a veces rotos, a veces llenos de tierra, la gente empezaba a abandonar el local, mientras improvisados y espontáneos parroquianos, alentados quizás por el consumo de bebidas espirituosas, saltaban al ruedo a torear algunos becerros…
Mañana sería otro día, a medio surco todavía habrían de recordar aquellas épicas corridas de toros en ése corralón y allá por con doña Leonor Navarrete…
©DAVID VÁSQUEZ SOTO
NICOLÁS BRAVO, DURANGO
FEBRERO DE 2023.
David Vásquez Soto
Colaborador de ID Noticias. Originario de Nicolás Bravo, Canatlán, Durango. Ingeniero Agrónomo por la Universidad Autónoma de Chapingo. Maestro y Doctor en Ciencias Agrícolas por el Programa Hidrociencias del Colegio de Postgraduados. Ha publicado los libros “Chapingo de mis Amores”, “Recuerdos de Canatlán” y “Nicolás Bravo de mis Amores”. También es bohemio de afición e integrante del grupo musical Los Andariegos Laguneros y se le puede ver deambulando en el desolado oriente de Torreón.
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