Durante la temporada de lluvias, es común que diversos insectos y arácnidos aparezcan con mayor frecuencia en nuestras casas. Sin embargo, lejos de representar únicamente una amenaza, muchos de estos organismos cumplen funciones importantes dentro del ecosistema, como lo explicó la Dra. Nuvia Orduño Cruz, docente investigadora de la Facultad de Ciencias Agrotecnológicas de la Universidad Autónoma de Chihuahua.
Especialista en Entomología y Acarología, la Dra. Orduño destaca que la mayoría de los arácnidos, como tarántulas, vinagrillos y arañas de jardín, no son agresivos: “Tenemos una percepción errónea. Al ver un organismo con muchas patas, grande o diferente, pensamos inmediatamente en peligro y buscamos eliminarlo, sin detenernos a considerar que estos animales ayudan a controlar plagas como moscas y mosquitos”, comentó.
Uno de los ejemplos más comunes en esta época es el vinagrillo, un arácnido de aspecto imponente, pero totalmente inofensivo. A menudo entra a los hogares en busca de restos de comida o insectos, sobre todo en cocinas o áreas con humedad. “En lugar de eliminarlo, podríamos entender que está ayudando a mantener limpio nuestro entorno”, señaló.
En cuanto a las tarántulas, si bien poseen colmillos capaces de penetrar la piel y liberar veneno, solo atacan si se sienten en peligro. Lo mismo ocurre con otras especies nativas como los alacranes, cuya picadura puede variar en efectos según la persona, desde molestias leves hasta reacciones graves.
“Durante esta temporada, los arácnidos, ciempiés y otros insectos buscan refugio y alimento. No atacan sin razón. Las picaduras o mordeduras ocurren cuando el animal se siente amenazado”, aclaró la especialista.
La Dra. Orduño Cruz sugiere una serie de medidas para prevenir la presencia de estos organismos sin poner en riesgo su vida ni la nuestra.
En casa:
Mantener limpios los espacios, evitando acumulación de madera, escombros o cartón.
Cortar la maleza alrededor del hogar, ya que es un refugio habitual.
No dejar restos de comida ni utensilios sucios al alcance.
Instalar mosquiteros y sellar rendijas u orificios en muros y contactos eléctricos.
Sacudir ropa, calzado y ropa de cama antes de usarla.
No colocar camas pegadas a las paredes.
En exteriores:
Usar botas si se camina en áreas con vegetación alta.
Evitar andar descalzo o introducir las manos en huecos, pilas de hojas o basura.
Entre los arácnidos más peligrosos en la región se encuentra la araña violinista. Su veneno puede generar reacciones distintas en cada persona, desde inflamación y fiebre, hasta síntomas severos. “Ante cualquier reacción anormal, es indispensable acudir de inmediato al médico, ya que no todos toleramos del mismo modo una picadura”, advirtió.
Finalmente, la Dra. Orduño invita a la ciudadanía a informarse y actuar con responsabilidad: “Más que eliminar indiscriminadamente, debemos comprender el papel de estos organismos en el ambiente. La clave está en prevenir y convivir con respeto hacia la naturaleza.”
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