- Casillas con 110% de participación son ejemplo de una elección de Estado
- Con 12% de participación, el Gobierno Federal y sus voceros celebran lo que fue, en realidad, una elección judicial sin ciudadanos, sin transparencia y sin legitimidad
Chihuahua, Chih.- En sesión de la Diputación Permanente del Congreso del Estado, el diputado Jorge Soto cuestionó la validez de la elección judicial organizada por el gobierno federal, señalando que el proceso no cumplió con los principios mínimos de equidad, transparencia ni legalidad.
Soto criticó que el pasado 15 de junio, el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) avalara la elección con una votación dividida: seis consejeros a favor y cinco en contra. “Nunca en la historia del INE o del IFE se había registrado una validación tan polarizada”, recordó el legislador. “Ni siquiera en 2006, cuando la diferencia electoral fue mínima, se rompió el consenso institucional como ahora.”
De acuerdo con su posicionamiento, los cinco consejeros que votaron en contra lo hicieron por razones de fondo: irregularidades operativas graves, falta de certeza, condiciones inequitativas y la violación de principios constitucionales.
“No fue una elección ciudadana, ni confiable. No hubo control sobre el material electoral, ni difusión adecuada de los perfiles, y el INE operó sin presupuesto suficiente para garantizar un proceso limpio”, señaló Soto.
El legislador advirtió que el proceso estuvo marcado por anomalías severas: casillas con participación del 100% e incluso por encima del 100%, sin programa de resultados preliminares, y sin ciudadanos contando los votos, como era la norma histórica.
“Se trató de una operación de Estado”, afirmó, “una elección organizada desde el poder, para el poder.”
Soto también reprobó que, ante las denuncias, el gobierno y sus voceros salieran a declarar éxito, cuando la participación ciudadana no alcanzó ni el 12%. “Una cifra que por sí sola refleja el nivel de desconfianza y desinterés de la población.”
Desde el Congreso local, Soto pidió dejar constancia del momento que atraviesa el país: “Esta no fue una elección democrática. Fue una simulación avalada institucionalmente.”
Afirmó que este proceso es parte de una estrategia más amplia para debilitar los contrapesos institucionales en México: primero los organismos autónomos, ahora el poder judicial. “Están demoliendo, pieza por pieza, los pilares que garantizaban equilibrio, vigilancia y legitimidad democrática.”
Finalmente, recordó que Chihuahua tiene una larga historia de resistencia ante las imposiciones. “La libertad es el pilar de nuestra sociedad y la democracia, la única forma legítima de construirla. Por eso la seguiré defendiendo y seguiré señalando cada intento del régimen por vulnerarla.”