El «Thank God Ledge» en la cara norte del Half Dome de Yosemite es una rampa de 35 pies de largo (10,7 metros) con una anchura que va desde sólo 5 a 12 pulgadas (12 a 30 cm). Los escaladores que navegan por este estrecho camino son recompensados con vistas impresionantes, pero la pura caída por debajo y el pie mínimo lo convierten en una de las partes más abrumadoras del ascenso del Half Dome.
Esta cornisa es una verdadera prueba de equilibrio, habilidad y nervios incluso para los aventureros más experimentados.