Con la derrota en Toluca la semana pasada y ubicado en último lugar de la tabla de posiciones del futbol mexicano con únicamente 7 puntos, Santos Laguna bajó más allá del infierno al ser derrotado en casa 1-2 por el Querétaro.
Como nunca el equipo de la Comarca Lagunera fue abuchado por su leal afición en el Territorio Santos Modelo, en el mismísimo Estadio Corona que, a lo mejor, añadirle Golden Light lo saló y por eso está en franca decadencia de la que se ve difícil, con la mala calidad y falta de compromiso de varios jugadores, que salga del infierno del más allá en el que se ha metido.
Y ya no hay duda, éste es el peor conjunto de fútbol que ha tenido la Región Lagunera. Así lo dictamina la estadística, quién más.
Guerreros y Gallos iniciaron un juego soso, aburrido, sin emociones frente a los marcos, hasta que al minuto 37 Ramiro Sordo, a pase de Santi Muñoz, abrió el marcador para los locales y así terminó el primer tiempo.
El gusto de la afición solo duró hasta el minuto 48. Pablo Barrera quien había entrado de cambio empató los cartones a 1 y el mismo le puso pelota a Russo para el marcador final de 1-2 al minuto 82, ante el malestar de los aficionados.
De nada sirvieron los cambios que hizo el Tano Ortiz: Medina, Fagundez y Barticciotto por Villalba, Güemez y Muñoz.
Al tiempo que en el estadio la afición abucheaba a los jugadores santistas, en el Whatsapp de Guerreros de Chihuahua antes lleno de comentarios de elogio para el equipo de la Comarca, apenas hubo opiniones de desconsuelo.
“Que oso están haciendo. Que vergüenza”, manifestó SinGuerreros.NohaySan7os. “Que se vayan todos nos están pisoteando nuestra rica historia y están pisoteando los colores, que triste nuestro equipo”, expresó Montaño y “sí coincido”, replicó Eduardo Medel.
“Aún no tocamos fondo”, refirió el Lic. …”¿del mar?”, ironizó Medel y Ricardo Loya pidió: “Ya mejor que nos lleve Diosito”.
La propaganda lagunera anuncia que próximamente visitará Torreón Marco Antonio Solís para ofrecer su espectáculo musical y, con toda seguridad interpretará su éxito, “A dónde vamos a parar” en la tierra de la casa del dolor ajeno.