Las moscas pueden excavar 2 metros bajo tierra para alcanzar cadáveres, incluso en ataúdes:
Es el equivalente a un humano cavando 2 millas
Conicera tibialis, más conocida como la mosca del ataúd, ha evolucionado una habilidad notable y mórbida: excavar hasta dos metros de tierra para alcanzar cadáveres enterrados, incluso aquellos sellados en ataúdes.
Estos insectos necrófagos, que se alimentan de los muertos, pueden detectar cuerpos en descomposición bajo tierra y poner sus huevos, continuando un ciclo de vida que depende de la muerte. Sorprendentemente, su presencia ha sido documentada en cadáveres enterrados durante más de 18 años e incluso en antiguas tumbas romanas.
Las moscas de ataúd son solo parte de un «ecosistema de descomposición» más grande que se hace cargo cuando un cuerpo está expuesto o enterrado. Según entomólogos forenses como la Dra. Erica McAlister del Museo de Historia Natural de Londres, las moscas son a menudo las primeras en llegar a la escena, a veces llegan desde más de 4 millas de distancia, guiadas por su agudo sentido del olfato. Las moscas son primero, seguidas por una sucesión de otros insectos incluyendo moscas de carne, escarabajos e incluso polillas. Es un proceso macabro pero fascinante que resalta la eficiencia de la naturaleza y su inquebrantable relación con la muerte.
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