No era guapo según los estándares tradicionales. Pero las mujeres lo adoraban.
Benito Alvarado vivió en la España del siglo XIX. Nació con distrofia congénita y una apariencia poco común, pero eso no le impidió convertirse en el hombre más deseado de toda Cataluña.
No solo atraía miradas… hipnotizaba. Decenas de mujeres se rindieron a su encanto. Matrimonios se rompieron. Escándalos estallaron. Y todas, tarde o temprano, acababan en su cama.
Hasta que un día, los celos cobraron su precio. Un grupo de esposos furiosos terminó con su vida a golpes.
Pero el verdadero secreto de Benito no murió con él.
Solo una persona lo conocía: su madre.
Después de su muerte, ella lo reveló. Benito no era solo un seductor… era perfumista. Y había creado una fragancia con el feromono humano más potente jamás visto.
Un aroma al que ninguna mujer podía resistirse.
Historia encontrada en la red.
Comentarios
comentarios