Javier Kuramura
• Cárdenas contó con el apoyo del pueblo de México quien entregó joyas, dinero y hasta gallinas y cerdos para pagar indemnización a empresas extranjeras
En un acto de estadista y con todo el apoyo del pueblo, hoy hacen 89 años el entonces presidente Lázaro Cárdenas, expidió el decreto de la Expropiación Petrolera, para que México se apropiara legalmente del petróleo que explotaban 17 compañías extranjeras para convertirse en propiedad de los mexicanos.
Las empresas trasnacionales afectadas fueron, Compañía Mexicana de Petróleo El Águila, S.A., Compañía Naviera de San Cristóbal, S.A., Compañía Naviera San Ricardo, S.A., Huasteca Petroleum Company, Sinclair Pierce Oil Company, Richmond Petroleum Company de Mexico, California Standard Oil Company of Mexico, Compañía Petrolera el Agwi, S.A., Compañía de Gas y Combustible Imperio, Consolidated Oil Company of Mexico, Compañía Mexicana de Vapores San Antonio, S.A., Sabalo Transportation Company, Clarita, S.A. y Cacalilao, S.A.
El Artículo 1° de ese decreto precisó que: “Se declaran expropiados por causa de utilidad pública y a favor de la Nación, la maquinaria, instalaciones, edificios, oleoductos, refinerías, tanques de almacenamiento, vías de comunicación, carrostanque, estaciones de distribución, embarcaciones y todos los demás bienes muebles e inmuebles de propiedad de esas empresas”.
En su discurso dirigido a la Nación desde el balcón central del Palacio Nacional, el presidente añadió que “todo esto en cuanto sean necesarios, a juicio de la Secretaría de la Economía Nacional para el descubrimiento, captación, conducción, almacenamiento, refinación, y distribución de los productos de la industria petrolera”.
El Artículo 2° menciona que la Secretaría de la Economía Nacional, con intervención de la Secretaría de Hacienda como administradora de los bienes de la Nación, procederá a la inmediata ocupación de los bienes materia de la expropiación y a tramitar el expediente respectivo.
Y el tercer artículo del decreto indica que el gobierno indemnizará a las empresas expropiadas, con lo cual, el pueblo de México mostrando solidaridad con el mandatario se volcó y llevó hasta la residencia de gobierno joyas, dinero de sus ahorros y hasta gallinas y cerdos para liquidar la deuda.
La expropiación tuvo varias consecuencias, entre ellas, tensiones diplomáticas que provocaron conflictos con Estados Unidos, Inglaterra y los Países Bajos. La pérdida de inversiones extranjeras en la industria petrolera. Un impactó en el sistema financiero del gobierno mexicano que provocó una devaluación del peso frente al dólar. Y, como no se tenía experiencia en la industria petrolera, ocasionó problemas de gestión y operación.
A cambio, la expropiación petrolera reforzó la identidad nacional y demostró la capacidad de un país para definir su propio curso económico y político y con ello se impulsó la inversión en el sector energético para financiar importantes programas sociales y de infraestructura.
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