Pocos saben que la palabra «boludo», tan común en Argentina y Uruguay, no nació como un simple insulto. En el siglo XIX, durante las guerras de independencia y las guerras civiles argentinas, se usaba para referirse a los jóvenes soldados inexpertos que llevaban boleadoras en lugar de armas de fuego.
Eran vistos como torpes y sin preparación… y así nació el término. Pero lo que comenzó como una burla evolucionó con el tiempo. En el siglo XX, «boludo» pasó de ser un insulto a una palabra cotidiana entre amigos, hasta convertirse en parte de la identidad cultural argentina. Hoy puede significar desde “amigo” hasta “idiota”, dependiendo del tono y el contexto.