Jaime Flores Martínez Chetos
Enemigo feroz de los migrantes ilegales, el presidente de Estados Unidos Donald Trump se frota la panza de la risa al saberse impune de un fraude fiscal que habría cometido en suelo mexicano en el año 2006. Y aunque —en ese momento—Donald Trump obtuvo más de 100 millones de dólares de ganancia, solamente en la preventa de un edificio que jamás construyó, las propias autoridades mexicanas no tienen evidencia sobre la legalidad de la presencia física o de las acciones de este señor en territorio mexicano. Para que quede más claro, en ese año Donald Trump y su hija Ivanka anunciaron, publicitaron y promovieron la venta de un exclusivo complejo de departamentos en Punta Bandera, a un costado de la autopista Tijuana-Rosarito. El lujoso complejo que se llamaría Ocean Trump Resort: serían tres torres de 20 niveles cada una cuyo costo alcanzaba hasta un millón de dólares por departamento. Armados con una maqueta y con los trabajos de remoción de tierra en el predio de una hectárea frente al mar entre Tijuana y Rosarito, Trump y su hija mostraron un éxito rotundo pues según la promotora solamente en la preventa de la primera torre obtuvieron 122 millones de dólares. Aunque se supone que la mayor parte de los esquilmados residen en San Diego, California, hasta hoy ningún inversionista bajacaliforniano se ha dicho víctima de ese fraude. Justo en la primera campaña presidencial de Trump, el activista mexicano Jaime Martínez Veloz presentó ante la entonces Procuraduría General de la República (PGR) una denuncia penal contra Donald Trump por el probable delito de Fraude Fiscal (Cicuta tiene una copia del documento). De acuerdo al propio Martínez Veloz esta denuncia la presentó en octubre del 2016 al saturarse del discurso anti migrante que utilizaba Trump para llegar a la presidencia de Estados Unidos. Atento a los señalamientos de Trump y enterado de sus maniobras inmobiliarias en México, Martínez Veloz se dio a la tarea de investigar la ruta de Trump para defraudar con millones de dólares a los inversionistas. Resulta que el señor anaranjado no tramitó un solo permiso para la realización de la obra; no existen indicios sobre trámites migratorios para su legal actividad empresarial en México, ni tampoco hizo ningún tipo de trámite ante la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) pues según las leyes mexicanas ningún extranjero puede adquirir ningún bien inmueble en una franja de 100 kilómetros de la frontera y 50 kilómetros de la costa. ¡Y Ocean Trump Resort estaría pegado a la playa y a 20 kilómetros de la frontera! Cicuta contactó hace unos días con Jaime Martínez Veloz, quien asegura que la denuncia contra Trump continúa abierta en la Fiscalía General de la República (FGR), aunque ese solo hecho no garantiza que se actuará en su contra. Sin embargo, Martínez Veloz reflexiona al decir que la presidenta Claudia Sheinbaum tiene enfrente una extraordinaria oportunidad para contrarrestar el discurso de odio trumpista contra los mexicanos. Donald Trump ingresó a México de manera ilegal, violó las leyes de nuestro país y además de ello cometió el delito de fraude fiscal. En otras palabras, Trump incrementó su fortuna en una flagrante violación a las leyes mexicanas, incluida su actuación ilegal empresarial. De acuerdo a este activista, la presidenta Sheinbaum tiene en las manos un argumento que fácilmente podría utilizar para acabar con el discurso de odio que su homólogo norteamericano utiliza contra los migrantes. En términos sencillos, la presidenta no puede sugerir que se procese a Trump, aunque sí puede exhibirlo. Hasta el trumpista más fanatizado estaría convencido que su ídolo sería capaz de realizar acciones como la relatada. Aunque ahora mismo las 32 sentencias formuladas en su contra fueron desestimadas por un juez, porque ahora Trump es el presidente de Estados Unidos, difícilmente alguien puede dudar que cometió tropelías e ilegalidades para construir su fortuna. Cicuta consultó a un reconocido abogado para saber si acaso el delito cometido por Trump ya prescribió. El jurista subraya que la prescripción de los delitos fiscales depende del monto de lo defraudado. Si el monto no excede los 2 millones de pesos, entonces prescribe a los 3 años. Cinco años si el fraude es mayor a los 2 millones de pesos y 10 años si rebasa los 9 millones 661 500 pesos. El fraude cometido por Trump entraría en la tercera opción, lo que significa que su delito ya prescribió, es decir, está extinto. Aún así, la presidenta Sheinbaum podría “exhibir” a Trump como un ilegal que entró a México para delinquir. Por el contrario, los migrantes mexicanos cruzan la frontera para trabajar y con ello engrandecen la economía de Estados Unidos. Un reconocido cómico mexicano dijo hace unos días que Trump debe maquillarse con Chetos, por aquello de lo anaranjado. Positivo Qué bueno que la presión social funcionó y las autoridades se reagruparon en Mazatlán para la realización del Carnaval anual, un evento extraordinario que permite a los mazatlecos mantener su crecimiento. Cierto que los índices de violencia en Sinaloa lucen incontrolables, aunque eventos como el mancipando requiere que la autoridad redoble esfuerzos. Visitantes y locales están satisfechos con el desarrollo del evento y ojalá que en esa entidad, por el bien de todos, el orden llegue a restablecerse. Cicuta News.com Cicuta.com.mx Twitter:@cicutabc Facebook: cicuta YouTube: jaime cicuta columna Instagram: jaime flores cicuta