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Por Javie Kuramura
Esta mañana la Magistrada Adela Jiménez Carrasco presentó su renuncia al proceso electoral judicial que elegirá nuevos cargos del Tribunal Superior de Justicia de Chihuahua.
La declinación la presentó, a las 9:12 horas, ante el Consejo de la Judicatura del Poder Judicial del Estado, y en su carta manifestó su negativa a concursar por algún puesto de juzgador en la elección extraordinaria 2024-2025.
Con más de 10 años en su puesto de magistrada en su carta de renuncia reveló que su declinación “no implica la aceptación tácita de la constitucionalidad de la reforma judicial, así como tampoco mi conformidad con la separación del cargo para el que fui designada hasta el 15 de noviembre de 2029, reservando mis derechos para hacerlos valer ante las autoridades competentes”.
También exclama, como su obligación, “hacer del conocimiento de Ustedes que repudio enérgicamente las injurias, insultos y embustes de los que sido objeto como integrante del Tribunal Superior de Justicia del Estado”
Y, agrega: “Declino con el orgullo y la convicción de haber desempeñado mis funciones con la independencia, honestidad, imparcialidad, objetividad, excelencia y entrega que son necesarios en la actividad jurisdiccional. Y sostengo la relevancia de la carrera judicial en la impartición de justicia”.
Carta a la Opinión Pública
En una carta por separado, Adela Jiménez se dirige a la opinión pública y expresa que presentó su renuncia “en medio de odios que no me correspondían y amenazas que nunca entendí y, en congruencia porque esta reforma, aunque necesaria, me parece que golpea profundamente la carrera judicial”.
Asimismo, afirmó que declinó luego de 28 años trabajando en el Poder Judicial y es momento de darle oportunidad a quienes tienen una carrera que no se a reconocido y a las nuevas generaciones.
Reconoció que llegó a ser magistrada, “aunque utilizada”, para legitimar este proceso y por eso, les llamaron “oxigenadores” y recordó que en el proceso para renovar el pleno del tribunal también fue injusto para quienes lo ocupaban, así como ahora, porque dicen que el poder es para poder.
“En aquel momento se permitió la entrada de distintos personajes, desde un vulgar borracho que resultó también un violentador de mujeres y que gritaba a los cuatro vientos que iba a ser el presidente, que todavía se le oye gritarlo por las noches. Dicen que ya convenció a quien debía y que ahora sí se le va a hacer”, dijo Adela Jmenez en esa carta.
Igualmente agrega: “Que vergüenza. Pobre Tribunal; hasta algunos que decían que estaban ahí nomás porque les habían hablado, que tenían buenas intencionesy otros, como dije los menos, que sí teníamos carrera judicial”.
Esta carta, de la magistrada declinante, concluye con agradecimientos a algunos licenciados por ser “los mejores y siempre los llevaré en mi corazón”.