Por Horacio Nájera
La Liga BBVA MX vuelve a ser viral en el mundo del futbol al anunciarse la que ya parece inminente llegada del multicampeón Sergio Ramos a los Rayados del Monterrey.
Ramos, quien se mantiene impecable físicamente pero fuera de ritmo competitivo al quedarse sin equipo hace ya meses, parece que es motivado por la oportunidad de preparar su retiro saliendo por la puerta grande.
En lo económico, el ex Real Madrid seguramente se convertirá en el jugador mejor pagado de la liga; en lo deportivo, la vitrina del mundial de clubes servirá para mostrarle al mundo que todavía hay Ramos y que, como los toreros, espera salir en hombros, o quizá hasta llamar de nuevo la atención de los petrodólares que hoy ya dominan el mercado mundial. En lo personal, el arropo que le dará la afición, los medios y la liga misma revitalizarán su autoestima. Hasta aquí, todo se ve bien. La pregunta es si le alcanzará a él y a su equipo para conseguirlo.
La llegada del español confirma además que la liga de futbol mexicana es, junto con la brasileña y la MLS, de las más poderosas en lo financiero en el continente americano, y con ello la capacidad de atraer con buenos cheques a estrellas como Ramos y James Rodríguez, además de mantener a otros como Sergio Canales o André Pierre Gignac.
Hasta ahora, de las estrellas internacionales consagradas y muy bien pagadas que han llegado a México en la historia reciente, han sido pocos los que han hecho historia en la liga. Otros, como Ronaldinho, Dany Alves o Florian Thauvin, fueron más ruido que cohete.
El 11 de junio de 1975, Edson Arantes Do Nascimento, “Pelé”, fue presentado como jugador estrella del equipo Cosmos de Nueva York. A pesar de que O Rei llegó al entonces naciente futbol profesional de los Estados Unidos saliendo del retiro, su participación en apenas dos temporadas del soccer profesional fue decisiva para que la semilla que hoy es la MLS floreciera en abundancia.
Muchos años, los estadounidenses fueron conocidos por llevarse a la liga jugadores cerca del final de sus carreras. Más que nivel de juego, los vecinos del norte buscaban atraer las miradas de los consumidores que en ese tiempo ignoraban al futbol profesional. Su estrategia les dio resultado, y hoy su liga no solo se ha acercado al nivel de los equipos mexicanos, también ya es relativamente común que haya intercambios de jugadores, jóvenes y veteranos.
En la ecuación del éxito para la liga BBVA MX, la llegada de James y de Sergio son muy, muy buenas, porque genera publicidad y con ello dinero.
Esa parte de la operación ya se logró, pero sigue incompleta mientras en lo deportivo tanto el colombiano como el español no consigan, con sus equipos, trascender internacionalmente.
La única apuesta es el mundial de clubes, porque jugar la copa Libertadores o incluso la Sudamericana ya es imposible con los torneos bizarros de la Concacaf, esos que parece que fueron creados para impulsar a la MLS y su becerro de oro, que por cierto también ya llegó a Miami cerca del retiro.
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