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De la Redacción
Hace 82 años, el día 20 de febrero de 1943, el campesino Dionisio Pulido se encontraba trabajando la tierra en las cercanías del pueblo de San Juan Parangaricutiro, cuando de pronto el suelo empezó a temblar, se abrió la tierra y empezó a emanar un vapor muy espeso, a sonar muy fuerte y a volar piedras y así, con el asustado labrador de testigo, nació el volcán Paricutín.
Este fenómeno de la naturaleza que ocurrió en el estado de Michoacán duró más de nueve años en erupción y su lava recorrió 10 kilómetros. Se desalojó a toda comunidad y población cercana para que no hubiera víctimas humanas.
Durante ese tiempo de actividad volcánica solo sepultó dos poblados: Paricutín y San Juan Parangaricutiro (Parhikutini y Parangarikutirhu en purépecha). El primero quedó totalmente borrado del mapa. Muy cerca de él se encuentra ahora el cráter del volcán. Del segundo pueblo solo es visible parte de la iglesia, sepultada por la lava, al igual que el resto del pueblo.
Los expulsados habitantes de Parangaricutiro recorrieron 33 kilómetros hacia el norte para construir el Nuevo San Juan, distante a ocho mil metros de Uruapan.