Por Martín Vidal Sánchez Saucedo
Reportándome mi General.
con la instrucción recibida, mi General,
con los cimientos que forjaste
se ha edificado una persona
con fuertes rasgos humanistas,
se han hecho pruebas minuciosas,
revelan que no escatimaste cemento
para construir esa noble base.
Mi General, aquí estoy,
procuro ser útil a la sociedad;
mientras tu descansas
en esa tumba semi abandonada,
tu tropa avanza, avanza erguida,
ufana, orgullosa de formación,
tuviste una visión muy elevada
para la tropa comandada.
Mi General, la rendición de mi parte es:
Estoy al frente de mi propia tropa,
usted lo advirtió mí General,
con enérgica firmeza ordenar,
mayormente con hechos sólidos,
procurar asignar responsabilidades
a cada soldado, sin olvidar sus capacidades.
Mi General, desde una profunda reflexión,
son menos los desaciertos que los aciertos,
la fortaleza de mi vida, mi familia,
un techo que albergue con amorosas calidez,
un hogar, no una casa,
un hogar con amplias puertas
para que ingrese el amor y la generosidad
recibidas por la gratitud.
Gracias Sr. Elías Sánchez Samaniego.
sus palabras para mí fueron ley,
como ley expreso la formalidad,
la responsabilidad es su corona.
Dios lo tenga en su Reino.
Con amor y gratitud PADRE MÍO.
Martín Vidal Sánchez Saucedo.
04-02-2025
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