Resisten libros el embate del Internet y las Redes Sociales
Por Javier Kuramura
En este mundo actual donde la tecnología, el Internet y las redes sociales predominan sobre los antiguos medios de comunicación, aunque parezca raro, la publicación de libros sobrevive y aún más, en opinión de un comerciante de ellos, Mario Antonio López Bautista, tienen un venturoso porvenir sin importar lo que a futuro venga en las formas de comunicar.
Su afirmación la basa en la experiencia de más de 20 años con su puesto de librero de intercambio y compra-venta de revistas y tomos ubicado en la acera sur de la avenida Juárez, entre las calles 25 y 27.
Harry Potter, según Mario Antonio, es un ejemplo de que la juventud compra y lee libros de la novela actual; asegura que las redes sociales benefician más venta de libros y la creación de nuevos escritores y propone a las empresas cerveceras, invertir parte de sus fortunas en la promoción de publicar obras de la literatura porque sus autores y lectores son buenos consumidores de bebidas espirituosas.
–¿Las redes sociales del Internet han desplazado la venta de libros?
–No, no. Por el contrario, muchos consumidores de Internet y muchos consumidores de las redes sociales se han publicitado y hacen más negocio en las redes. Hay una nueva tendencia de los negocios en línea y los libreros, como muchos escritores también, se han apegado a ello. Y no solo mexicanos, argentinos, colombianos han hecho blogs de literatura y también promocionan sus libros a través de las redes. Y eso invariablemente que es muy bueno.
–En estos tiempos Carlos Slim se arriesgó a invertir su gran fortuna en una editorial.
–Carlos Slim, a la pregunta de si es negocio vender libros. Claro que sí, es un negocio. De hecho, las 17 grandes fortunas de este país, por lo menos, los harían. Los Arámburuzabala, que son los amos y señores de la cerveza (Corona) deberían invertir un cierto porcentaje en la literatura, porque curiosamente, la gran mayoría de los escritores consumen sus productos y, la gran mayoría de los de las personas que leen libros también consumen sus productos. Carlos Slim es el ejemplo claro de que ha incursionado en diferentes negocios y ha creado su propia editorial para surtirse y abastecer los Sanborns de su propia editorial.
–¿Qué futuro le ve a la industria editorial?
–Tienen un amplio porvenir. El asunto es que las nuevas tendencias de mercadeo, las nuevas formas de venta y de lectura de libros han sido diferentes. Nosotros pensábamos que el libro, en automático, iba a desaparecer con la llegada del libro digital y no fue así; es decir, han pasado más de 20 años y la gente sigue consumiendo libros. Hay una nueva generación, sobre todo, de las personas que tienen hoy en día entre 20 y 30 años que leen libros, ¿por qué? Por ejemplo, por citar a la novela juvenil actual, los chavos siguen consumiendo libros y eso es bastante bien. Hay toda una generación en Buenos Aires, en Hong Kong, en Londres, en la Ciudad de México, en todas las grandes ciudades donde esos jóvenes empezaron a leer gracias a Harry Potter.
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