◾FELIZ DIA DEL AGRÓNOMO CAFÉ NOSTALGIA
Por: Javier Meléndez Cardona
Perdí la cuenta de las tazas de café que tomé esa tarde con los viejos agrónomos en aquel restaurante de la Curva de San Lorenzo.
El caso es que recordé a Marcela, cuya vida en Paris conocemos gracias a Zoé Valdez en su libro «Café Nostalgia», de editorial Planeta; es decir, como la fotógrafa, mientras yo escuchaba disertar a los quijotes de la agronomía, también quise pasar desapercibido.
La experiencia contenida en aquella jarra de café era demasiada y había que ingerirla en pequeños sorbos, a pesar de que la mesera insistía en rellenar nuestras tazas frecuentemente.
En esa mesa platicaban acaloradamente el entonces presidente de la «ESAHE, Asociación Civil», Mario Armando Flores Martínez y asociados como Raúl Alcázar Escobar y otros cebolleros, todos de mi alta estima.
Dicen que, los arboles se conocen por sus frutos y a ellos los ví hacer enormes esfuerzos por reaperturar la escuela que fue cerrada en 1992 por la cerrazón —o la sin razón— de unos cuantos.
En la mesa coincidimos, no cedimos, porque la ley no se discute, se aplica, que la razón le asistía al agrónomo Flores Martínez, porque la única figura jurídica que prevalecía en el gremio cebollero, con facultades para formar agrónomos era la ESAHE A.C., mientras no existiera una ley orgánica que creara a una universidad.
Los dilemas, como aroma de café permeaban en el ambiente. Otros sostenían que fuera la organización gremial Asociación Nacional de Egresados, quienes tuvieran la responsabilidad de reanudar la actividad académica.
No obstante la contundente conclusión, se sugirió expresarla con pulso quirúrgico para no herir susceptibilidades y se privilegiara la unidad de los cebolleros, ya que sin ésta no se tendría éxito en la reapertura de la escuela.
También se confíaba en las gestiones de la Asociación Nacional de Egresados y en las promesas del entonces gobernador electo por Chihuahua.
Se acordó informar e incorporar a la discusión de reapertura a los grupos Pro-Alma Mater y Quiubo Paisa e informar a los cebolleros sembrados por todo el país.
La Asociación Civil reuniría a su consejo directivo y es de suponerse que se harían las gestiones pertinentes para la reapertura.
La reunión, como la novela Café Nostalgia, llenó un gran vacío que existia en nosotros y en quienes añoramos ver viva a nuestra alma mater.
Pero después de aquellas reuniones la llama se fue extinguiendo y Mario Armando Flores Martínez, Raúl Alcázar Escobar, Rigoberto Delgado, Hugo Almada Breach, Abelardo Escobar Prieto, fueron partiendo a un viaje sin retorno.
Aquella reunión concluyó avanzada la noche, con una gran dosis de esperanzas, pero no se reaperturó la escuela de agricultura, lo que sí logró fue curarnos de los viejos fantasmas, como los que perseguían a Marcela.