Vivienda en Los Ángeles logró resistir al incendio devastador gracias a su construcción bajo el estándar Passive House, un modelo arquitectónico que prioriza la seguridad y la eficiencia energética. Estas casas emplean materiales ignífugos como lana mineral y celulosa, que ralentizan la propagación del fuego, y ventanas de triple acristalamiento que soportan altas temperaturas. Además, su diseño elimina esquinas y aleros vulnerables donde podrían acumularse brasas, mientras que un sellado hermético evita la entrada de humo y mantiene el aire interior limpio. Esta innovadora construcción, que ya inspira proyectos en diversas partes del mundo, demuestra cómo la arquitectura puede ofrecer soluciones efectivas frente a desastres naturales, protegiendo tanto a los habitantes como su entorno.
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