Con 85 votos a favor y 41 en contra, el Senado aprobó la reforma de “supremacía constitucional”, estableciendo que las adiciones y reformas a la Constitución no podrán ser impugnadas.
En una sesión marcada por tensiones y opiniones divididas, esta decisión busca que la Constitución tenga la última palabra en el sistema legal de México, asegurando que ninguna ley secundaria pueda contradecirla ni infringir los derechos fundamentales.
La reforma, impulsada por Morena y sus aliados, asegura que la Constitución tenga primacía absoluta sobre cualquier ley o norma que contradiga sus disposiciones, reforzando el marco constitucional y buscando impedir que las leyes secundarias infrinjan derechos fundamentales.
«¡Otra vez de noche, en lo oscurito Morena demuestra que es una dictadura! Ahora buscan eliminar cualquier posibilidad de impugnacion a reformas constitucionales. #MorenaLaDictaduraDeMéxico», posteó el senador panista de Chihuahua Mario Vázquez.