Seccionales marginadas han reclamado históricamente un estatus más preponderante
Poblados y localidades que han logrado notoriedad por su crecimiento económico al destacarse en rubros productivos y turísticos, han reclamado históricamente convertirse en municipios, sin éxito.
Entre los casos más notables se cuenta el del seccional de Anáhuac, que ha luchado por convertirse en el municipio 68 y su anhelo ha quedado en el intento.
Anáhuac fue por décadas un motor muy importante de la economía del municipio de Cuauhtémoc al destacar en la producción de celulosa para todo el país.
En 2019 el diputado local del PRI Omar Bazán impulsó con mucho ímpetu que Anáhuac progresara con el nombramiento de municipio, sin lograrlo.
También impulsó que Palomas de Villa y el ahora pueblo mágico de Creel lograran obtener más apoyo económico y político al ser elevados sus estatus a municipios.
Saúl Sauzameda recordó entonces que con estos reconocimientos crecería de 67 a 70 municipios en la entidad, lo que no solo impactaría en su importancia política y social, sino en un reconocimiento a su dinámica económica.
Y es que, como lo resalta Sauzameda, gran parte del apoyo en infraestructura se dirige a las cabeceras municipales, lo que no se refleja en sus seccionales.
El mismo afán ha tenido el emblemático poblado de Samalayuca, cuya dependencia como seccional de Ciudad Juárez impide ver la relevancia de su dinámica turística por sus dunas espectaculares y sus importantes yacimientos minerales y acuíferos.
La propia autopista tendida doble la legendaria Carretera Panamericana dejó a un lado este seccional de peculiar nombre.
Una gran tarea le espera a la próxima legislatura local, para impulsar nuevos municipios que le den a muchas poblaciones un estatus municipal que aumentaría radicalmente sus ingresos y presupuestos, acorde a la riqueza que generan.