Por Gerson Hernández Mecalco*
En casi una década (2015-2024) el sistema político mexicano registró cambios de fondo ¿Las instituciones públicas y privadas han evolucionado o viven una decadencia?, ¿Serán el resultado de la “transformación” del país o de una serie de medidas populistas para gobernar sin contrapesos mientras aplaude un pueblo enamorado? Pero mejor vamos por partes:
Consensos. En una encuesta de popularidad del Presidente López Obrador, en El Universal, que en unos días dará su último informe de gobierno, se muestra la simpatía de más de seis de cada 10 mexicanos a la propuesta de que a mano alzada se elijan los jueces, magistrados y Ministros de la SCJN. Para los críticos del gobierno, en México tendremos una justicia popular contrario a la cultura del esfuerzo de estudiantes de Derecho que piensan que a través de su talento podrán superarse.
Democracia participativa. Uno de los argumentos de los promotores de la reforma judicial, es la elección popular de las autoridades judiciales. Nos tocará vivir los retrocesos o victorias de esta reforma. Para los mal pensados, lo más importante es el futuro de esta medida. Se han preguntado en qué otras instituciones públicas se intentará seguir con ese ejemplo. Ya hay grupos dentro de las universidades del país, como la UNAM, que visualizan que el próximo laboratorio podría ser la pérdida de autonomía del territorio puma; con medidas que pueden llevar a proponer que se elija con nuevos mecanismos a directores de Escuelas, Facultades, Institutos e incluso a la próxima Rectora o Rector.
En retrospectiva, ¿Cómo era México en 2015?, la nota más importante fue que en pleno sexenio Peñista; el líder del cártel de Sinaloa, Joaquín el Chapo Guzmán, se escapó el 11 de julio del Altiplano, gracias a un túnel de 1.5 kilómetros en el Estado de México. En materia electoral durante el “boom” de las candidaturas independientes, ganó por primera vez un aspirante al gobierno de Nuevo León, el “Bronco”, ese político que quería mocharle la mano a los criminales. Otros personajes “independientes” que levantaron la mano fueron Manuel Clouthier, como diputado federal y Pedro Kumamoto, como legislador local en Jalisco.
Nueve años después, Joaquín el Chapo Guzmán fue extraditado a los Estados Unidos, Jaime Rodríguez enfrenta una crisis de credibilidad, después de haber enfrentado a la justicia mexicana, y Pedro Kumamoto pasó al olvido, ya que de nada sirvió su alianza con Morena y su partido Futuro, ya en la reciente elección perdió su registro al no lograr el 3% de la votación.
¿Mexicanos informados? Los lectores también tenían comportamientos diferentes en 2015. No se puede generalizar, pero actualmente menos de dos de cada 10 mexicanos leen periódicos. Más allá de ponernos catastrofistas de ¿Por qué su lectura disminuyó 31 % en nueve años, al pasar de 49.4 % (2015) a 17.8 % (2024)? Qué consecuencias hay si las audiencias prefieren informarse a través de influencers o Tiktokers.
Los periodistas han perdido credibilidad, y las audiencias confían más en los contenidos de Internet, foros o blogs (39.4 %), de acuerdo con el Módulo sobre Lectura elaborado por el INEGI, al mando de Graciela Márquez. Por esa razón los periódicos de ayer (dixit Héctor Lavoe) solo sirven para envolver pescado frío, así lo afirmaba hace 20 años, Abraham Zabludovsky, cuando aún tenía un pie dentro del duopolio de Televisa. En los próximos meses habrá nuevas pausas diplomáticas y más cambios.
Comunicólogo político, académico de la FCPyS UNAM y Maestro en Periodismo Político @gersonmecalco