La Tribu de Padres de Familia de niños y niñas neurodivergentes logró aglutinar a decenas de personas excepcionales .
En punto de las 5:00 de la tarde partieron de la Glorieta de Pancho Villa, para avanzar por la Avenida División del Norte y finalizando en el Estadio Manuel L. Almanza y en los jardines aledaños compartieron experiencias e hicieron visible una causa excepcional.
Vistiendo playeras blancas y portando pompones y banderines de colores se divirtieron por la causa en una tarde tibia de Chihuahua.
La marcha fue todo un éxito porque se demostró la fuerza que otorga la conciencia de que el autismo y otras neurodivergencias forman parte de una realidad que cada día es más visible y comprendida.
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