Ventana al Exterior – EU pierde hegemonía

Por H.C. Esquivel

“El mundo está cambiando mucho. Estamos en un cambio de ciclo o en un ciclo de cambios, todo se está transformando a una velocidad absolutamente inusitada”.

Las recientes palabras de Pedro Baños, Coronel español dedicado a la geopolítica podrían sonar un poco a un lugar común, el hablar de un mundo cambiante, pero serían una especie de resumen que coincide con las palabras y opiniones de muchos analistas y estudiosos de geopolítica en otros continentes.

El principal cambio que todos afirman, está ocurriendo ante nuestros ojos, sería el fin de la hegemonía estadounidense, y parte de sus efectos son los conflictos armados en el Mundo Árabe, también llamado Medio Oriente; pero se ven también en Ucrania, en África y en sitios remotos para nuestras mentes como Armenia y la región del Nagorno Karabaj.

Para poner un poco de perspectiva, el Imperio Británico, potencia marítima, dominó al mundo por unos 400 años, del Siglo 16 a mediados del siglo 20, y cedió su hegemonía después de la Segunda Guerra Mundial a “sus primos”, los Estados Unidos, otra potencia marítima.

Es decir, después de unos cuantos cientos de años, de dominio mundial en idioma inglés, el “poder” podría venir en los próximos años en otro idioma, como el indio, el chino o el ruso.

Ojo, nadie dice de que Estados Unidos se desplomará, sino que después de un mundo con un solo polo de poder ubicado en el norte de América como ocurrió los últimos 30 años, ahora existan otros polos de poder, el llamado “Mundo Multipolar”.

Poco antes de terminar el conflicto armado mundial, en 1944, los acuerdos de Bretton Woods perfilaron el dominio mundial del dólar como moneda de uso común para intercambios comerciales internacionales.

Dólar estadounidense

¿Han escuchado acerca de las “reservas internacionales”? Una breve explicación.

Resultó cómodo para los países adoptar una moneda fuerte y respaldada en oro, como lo fue el Dólar desde ese entonces, para realizar transacciones internacionales.

Todo intercambio comercial en dólares, así sea entre países como Bolivia y Perú, debe pasar al menos por un banco estadounidense, de modo que el país que vendía mercancías, dejaba ese dinero ahorrado en esos bancos, ya que, al momento de comprar insumos, como el petróleo a otro país. Las reservas servían como respaldo y garantía de pago para el vendedor.

En la década de los 70, Estados Unidos abandonó el patrón oro y adoptó al petróleo como respaldo de la moneda, (el petrodólar), pero la moneda sigue siendo de uso mundial.

El manejo de los recursos de todos los intercambios comerciales del mundo genera grandes ingresos financieros para el “dueño” del Dólar, pero en los últimos años, un grupo de países del llamado “Sur Global”, conformaron el BRICS, (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica).

Los países del G7, (Estados Unidos, Canadá, Alemania, Francia, Japón, Italia y Reino Unido), el polo económico y militar dominante hasta hace una década, vieron con desdén la unión de países emergentes en una sociedad principalmente comercial, pero la ecuación ha cambiado.

En su producto interno bruto y su poder de paridad de compra, China está cerca de rebasar a Estados Unidos, si no es que ello ya ocurrió, además de disputarle en distintas áreas el cetro en desarrollo tecnológico.

Apenas en 2023, según la ONU, India rebasó a China en masa poblacional, ambos países con más de 1 mil 400 millones de habitantes. Pero India, con una industria espacial en desarrollo que ha llevado ya un vehículo a la Luna, está en camino de ser una potencia económica, tecnológica y de manufacturas.

Mientras los países del grupo BRICS crecen, los países del G7 van a la baja, con un Estados Unidos con bajo crecimiento, los miembros europeos de plano están en recesión.

Alemania, la “locomotora económica de Europa” ha perdido impulso y, en un entorno de energéticos cada vez más caros, sus industrias mueren o se mudan al norte de América, pero según fuentes “occidentales”, desde 2021, los BRICS rebasaron al Grupo de los Siete en el Producto Interno Bruto y poder de paridad de compra.

La energía para el desarrollo de China e India es proporcionada por Rusia, uno de los principales productores de petróleo y gas, pero también por Brasil, productor petrolero. La balanza se inclina más hacia el sur con la incorporación de Arabia Saudita e Irán, también potencias energéticas, que desde enero de este año se sumaron a los BRICS, conformando el BRICS+ (plus) que representan el 45 por ciento de la población mundial y suman el 28 por ciento de la economía del globo.

¿Recuerdan las reservas en dólares? Bueno, pues los países BRICS han creado ya su propio banco, realizan ya transacciones económicas en sus respectivas monedas y están en pláticas para crear una moneda BRICS que será un sustituto del dólar.

Estimaciones recientes señalan que más de un 30 por ciento de las transacciones de los países BRICS se realizan ya en monedas ajenas al dólar y la perspectiva es de aumento.

Ciertamente el dólar estadounidense será por muchos años la principal moneda de comercio internacional, pero el solo hecho de que no sea la única ha trastocado ya uno de los principales, si no es que el principal, elemento del poder estadounidense.

La pérdida de hegemonía de Estados Unidos se manifiesta también en el incremento de la presencia de China en Sudamérica, con inversiones en infraestructura y créditos, pero también en el entorno militar.

Los cambios en el balance mundial han traído a México una oportunidad totalmente inesperada hace apenas cinco años. ¿Quién hablaba de este tema hace apenas dos años?

La retirada de capitales estadounidenses de China ha traído el llamado fenómeno de la relocalización o “nearshoring”, el traslado de las manufacturas a esta zona del planeta.

Como podemos apreciar, esto es tan solo una parte de los efectos visibles de los cambios que ocurren en tiempo presente y que buscaremos analizar para entender un poco hacia dónde se mueve el mundo.

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