La Fiscalía General del Estado no comparte los criterios de la resolución emitida por la Magistrada Dora Imelda Rodríguez Díaz en la que absolvió y ordenó la libertad de Eduardo Chávez Marín, quien fue sentenciado a 40 años de cárcel por el homicidio de Esmeralda Herrera Monreal, cuyo cuerpo sin vida fue localizado en el campo algodonero en noviembre de 2001.
En su momento, la representación social acreditó fehacientemente ante los Tribunales la responsabilidad penal de Chávez Marín a través de las pruebas, evidencias y elementos incriminatorios, los cuales fueron determinantes para que se librara la orden de aprehensión y posteriormente mediante la sentencia condenatoria, le fue impuesta la pena de prisión.
La investigación del equipo multidisciplinario se llevó apegada a la ley, de manera profesional y con estricto apego a los derechos humanos, en búsqueda de la verdad y justicia.
Detención
La búsqueda de Eduardo Chávez Marín, inició en el año 2006, después de haber realizado varias indagatorias y levantar diversos testimonios. Por lo anterior, se solicitó la colaboración de todas las Procuradurías de Justicia de las diferentes entidades federativas del país, así como de los Estados Unidos para la captura de éste.
El 01 de diciembre de 2011, elementos de la Policía Investigadora de la Fiscalía General del Estado, lograron ubicar y detener mediante la figura de caso urgente a Chávez Marín, sujeto que fue consignado al agente del Ministerio Público de la Unidad Especializada en Investigación para Homicidio de Mujeres.
Declaraciones y testimonios que obran en la investigación
• Eduardo Chávez Marín, de estado civil casado, pretendía establecer una relación sentimental con la víctima
• El día que desapareció la víctima, Eduardo Chávez Marín no acudió a laborar en la imprenta. Ese mismo día, la madre de Esmeralda fue al lugar en mención y preguntó por él.
• Refieren varios testigos que la víctima, señaló que un hombre que trabajaba en una imprenta la molestaba y acosaba, incluso que a veces la seguía hasta donde tomaba el camión en el centro comercial denominado “Coloso”, diciéndole “piropos”.
• Obra en autos la versión de que Eduardo Chávez Marín, al término de sus labores se iba caminando hasta el lugar en donde trabajaba su padrastro y que atravesaba casi todos los días los campos sembrados de algodón.
• Otro testigo refiere que Eduardo Chávez Marín, lo invitaba para que los fines de semana fueran a “levantar” mujeres jóvenes a las maquiladoras para llevárselas a los arenales.
• Un día antes de la desaparición de Esmeralda, ella comentó que iba a salir a comer con el “muchacho de la imprenta”, que incluso se le vio preparando la ropa que vestiría.
• Existe el testimonio de que Eduardo Chávez Marín, invitó en varias ocasiones a bailar a Esmeralda; y que la víctima refirió que tenía una cita con el “muchacho de la imprenta”; incluso la víctima comentó que éste, le iba a elaborar las invitaciones para su quinceañera.
• Eduardo Chávez Marín, cuenta con antecedentes de agresión sexual en perjuicio de su hijastra.
La Fiscalía General del Estado se encuentra analizando la resolución judicial que ordena la liberación del señalado como responsable, con el objeto de determinar las acciones legales a seguir.