Ciudad de México, 16 de marzo de 2018.- Discurso de Andrés Manuel López Obrador como candidato a la Presidencia de la República ante el Instituto Nacional Electoral
Amigas, amigos:
Hoy que me inscribo como candidato a la Presidencia de la República convoco a todo el pueblo de México a transformar la vida pública del país. Es pertinente recordar aquí las tres grandes transformaciones positivas de nuestro país: La Independencia, La Reforma y la Revolución.
Nosotros, muchos mexicanos, mujeres y hombres estamos a punto de lograr la cuarta transformación en la historia de México por las circunstancias, la suerte, o el destino, nos tocó vivir tiempos interesantes, circunstancia como la actual son raras y excepcionales.
La única transformación se inició hace más de 100 años, y ahora nos cabe a nosotros la dicha enorme, la felicidad y el honor de ser protagonistas de un acontecimiento político de grandes dimensiones.
Vamos a lograr esta transformación sin violencia, de manera pacífica, la llevaremos cabo de la misma forma en que lo hemos venido haciendo desde hace varios años, con información y orientación, con la difusión de principios éticos, liberando a nuestros conciudadanos del miedo y de la desinformación, y llamando a todas y todos a buscar la reconciliación, bajo la primicia que: “la patria el primero”.
Debemos convencer y persuadir sobre la necesidad de un gobierno honesto que represente a todas las clases sociales, a todos los sectores económicos, a todos los partidos a todos los ciudadanos, que garanticen plenas libertades, a creyentes o no creyentes, a personas de todas las corrientes de pensamiento y que procure el respeto a la diversidad: política, social, cultural y sexual que característica a nuestra sociedad.
He dicho muchas veces y repito ahora que buscamos el cambio por el camino de la concordia, este es el momento de volver a extender la mano abierta y franca a nuestros adversarios, a quienes ni siquiera consideramos como enemigos, porque no tenemos enemigos, ni queremos tener enemigos, tenemos adversarios.
Ahora de nueva cuenta manifestamos a los integrantes del poder económico y político del país que no les guardamos rencor y les aseguramos que tras su posible derrota en el 2018, en este año no habrá represalias, ni persecución, ni destierro para nadie, declaramos enfáticamente lo que se necesita es justicia, no venganza, no odiamos a nadie.
Sencillamente deseamos con toda nuestra alma: lograr el renacimiento económico, social político y sobre todo el renacimiento moral de nuestro querido México.
Dicho de otra forma, nuestro propósito es iniciar una etapa nueva en la vida pública del país con un Presidente que no esté subordinado a ningún grupo de intereses creados y que solo tenga como comandante y jefe máximo, que solo tenga como amo al pueblo de México.
Respetamos a quienes sostienen la máxima “ni perdón ni olvido”, pero no la compartimos, si hacemos a un lado al odio, podremos caminar con el emblema de la honestidad hacia una sociedad mejor, de esta forma se hará realidad la estrofa del himno de Chiapas: “que se olvide la odiosa venganza, que termine por siempre el rencor, que una sea nuestra hermosa esperanza y uno solo también nuestro amor”.
En correspondencia, en las meras circunstancias, nuestros adversarios tendrán que entender que ningún grupo por importante y poderoso que sea podrá seguir conspirando contra la paz social en beneficio propio. Nada, ni nadie, puede valer más que el bienestar y la felicidad de nuestro pueblo.
El nuevo gobierno democrático garantizará las libertades, y cada quien podrá dedicarse a la actividad que más le satisfaga y más les convenga, pero obviamente todos tendremos que ceñirnos a la legalidad vigente.
Las nuevas reglas serán lo suficientemente claras y señalo algunas: Se podrá hacer negocios, pero no habrá influyentimos, corrupción, ni impunidad; el presupuesto será realmente público, se dará preferencia a los pobres, se cuidarán los recursos naturales, la riqueza de la nación y los frutos del trabajo de los mexicanos, se distribuirá con justicia, y no se permitirá que los privilegios de pocos se sustenten en la opresión, en la inseguridad y en la miseria de millones de mexicanos.
También, en este día importante señalo cinco compromisos básicos:
- Habrá un auténtico Estado democrático de derecho. Ésta será la última elección celebrada bajo la sospecha y el temor por el fraude electoral. A partir del sexenio próximo nadie podrá falsificar la voluntad de los ciudadanos.
El gobierno no utilizará el presupuesto para favorecer a ningún partido o candidato. Las elecciones serán limpias y libres, no habrá compra de votos, y la Presidencia de la República será, como decía Madero, el principal guardián de las libertades del pueblo.
- Acabaremos con la corrupción, con la impunidad y con los lujos en el gobierno. Habrá autoridad moral y por lo mismo autoridad política. La honestidad y la austeridad en el ejercicio del gobierno nos permitirán liberar recursos suficientes para financiar el desarrollo sin aumentar impuestos, sin endeudar al país y sin imponer a la población alzas draconianas como los llamados gasolinazos.
- Me comprometo a que todos los mexicanos que tengan salarios dignos que tengan trabajo y salarios remuneradores. Esto lo vamos a lograr, porque se va reactivar la economía, se van a impulsar todas las actividades productivas y con los sectores privado y social haremos una alianza para el crecimiento económico con justicia y con respeto a la naturaleza.
Produciremos en el país lo que consumimos, va a cambiar la política que se ha impuestos durante 30 años que nos ha llevado a comprar en el extranjero lo que consumimos, alimentos, gasolinas y otros bienes, ahora vamos a fortalecer el mercado interno y vamos a producir en México todo lo que podamos para hacer autosuficiente.
Los mexicanos y este es el sueño que quiero que se convierta en realidad, los mexicanos podrán trabajar y aspirar a la felicidad, a ser felices en donde nacieron, donde están sus familiares, donde están sus costumbres, donde están sus culturas.
Quienes quieran emigrar que lo hagan por gusto, pero no por necesidad.
Tenemos todo para alcanzar desarrollo económico en el país y crear empleos. México tiene riquezas y un pueblo creativo y laborioso y vamos a ser una potencia, vamos a ser ejemplo mundial, porque vamos a llevar a cabo una política que va a coordinar al mismo tiempo crecimiento económico con justicia y bienestar.
Vamos a impulsar una modernidad forjada desde abajo, con todos y para todos, por eso vamos a ser ejemplo con el mundo
- Ofrezco trabajar todos los días y dedicar toda mi imaginación y talento para garantizar la tranquilidad y conseguir la paz y la reconstrucción de la seguridad pública.
Atenderemos las causas que desataron la violencia y también actuaremos con profesionalismo y coordinación para garantizar la seguridad de las personas y sus bienes.
Reitero: todos los días, desde las 7 de la mañana, como lo hice cuándo fui jefe de gobierno en la ciudad, en esta ciudad, me reuniré con el gabinete de seguridad para recibir el parte policiaco-militar y tomar las decisiones necesarias.
Se trata del problema más difícil de resolver, porque sucesivos gobiernos dejaron que se agravara en extremo, tanto por el descuido social como por el contubernio entre las autoridades y la delincuencia. Pero estoy seguro que con perseverancia, trabajando todos los días, con rectitud, con coordinación, con inteligencia y con participación ciudadana, vamos a entregar buenas cuentas en esta materia.
- Convocaré a los habitantes de México para construir un consenso ético que resulta indispensable para la convivencia. Por ello vamos a darle la importancia que tiene a la elaboración y divulgación de la Constitución Moral, no obviamente como un instrumento jurídico, sino como expresión de los valores fundamentales que nos hermanan y que sobreviven incluso tras la crisis que estamos padeciendo, no solo buscaremos el bienestar material sino también el bienestar del alma. Repetiremos, una y mil veces, que sólo siendo buenos podemos ser felices.
Amigas y amigos:
Estoy consciente de mi responsabilidad histórica. No le fallaré al pueblo. No traicionaré a la patria. Pero, además de mi palabra de no decepcionar a nadie, ofrezco el compromiso de someterme a la revocación del mandato.
Cada dos años, cada dos años, habrá consulta ciudadana para preguntar si quieren que siga en la Presidencia o que renuncie a ella. Entendemos que en una verdadera democracia debe regir la máxima: “de que el pueblo pone y el pueblo quita”.
También, reitero que la primera reforma legislativa que se propondrá al llegar al gobierno, será la de abolir fueros y privilegios, de manera en especial, porque un buen juez por su casa empieza, vamos a enviar una iniciativa de ley al Congreso para modificar el artículo 108 de la Constitución, con el propósito de que el Presidente en funciones pueda ser juzgado por delitos electorales y de corrupción.
Amigas, amigos:
Tengo una legítima ambición: quiero pasar a la historia como uno de los mejores presidentes de México. Aspiro a estar a la altura de Benito Juárez, aspiro estar a la altura de Francisco I. Madero, el apóstol a la democracia y aspiro a estar a la altura de un presidente popular y patriota el general Lázaro Cárdenas del Río.
Tengamos confianza, seguiré manteniendo mi credo de: no mentir, no robar y no traicionar al pueblo.
Triunfaremos y juntos haremos historia.